GRACIAS A PEDRO ORTUÑO Y PEPE SÁNCHEZ

Pepe Sánchez Pérez y Pedro Ortuño Amorós

El pasado martes 5 de marzo, al final de la Formación Permanente del Clero, el Obispo de la diócesis, don Ángel, anunció dos nombramientos que suponen también dos relevos en cargos importantes para la vida diocesana: don José Fernando Cerro Játiva, hasta ahora misionero de Toledo en Perú, será el nuevo Ecónomo diocesano, en sustitución de don José Sánchez Pérez y a don Pedro Ortuño Amorós, durante 21 años rector del Seminario diocesano le sustituye don Francisco de Asis Prados Garrido, párroco de Montealegre y Bonete. Nos unimos en oración a toda la diócesis para que los nuevos responsables de la Administración Económica y el Seminario diocesano cuenten con la ayuda del Espíritu y puedan realizar sus tareas con la eficacia y coherencia evangélica que se les encomienda, seguro de que ellos por su parte ya han ofrecido su generosa disponibilidad, sentido eclesial y talante pastoral.
Por nuestra parte, además de desear el mejor de los servicios al nuevo Ecónomo y Rector del Seminario, queremos dejar constancia de nuestra gratitud a quienes lo fueron hasta ahora.

Pedro Ortuño, párroco de la Resurrección, ha dedicado al Seminario más de 30 años, pues antes de su etapa como rector también fue educador del Seminario Menor. Después de un tiempo de misionero en África, en Safané (Bukina Faso) además del Seminario y de la parroquia, ha sido profesor en el Instituto Teológico, delegado de Vocaciones y Arcipreste. Dotado de un gran sentido del humor y una bonhomía natural, es un sacerdote muy fiel a la diócesis y buen conocedor por su experiencia del clero diocesano más joven.
Pepe Sáchez, desempeñó su ministerio pastoral en Yeste, el Seminario Menor como educador, en la parroquia de las Angustias de la ciudad y varias colaboraciones con las parroquias de Lezuza y Tiriez, así como con la de San José. Era Ecónomo diocesano desde 2008 y en dicho servicio ha aportado su carácter minucioso, recto y realista. Castellano de una pieza, es muy constante en su trabajo y seguirá colaborando con la Administración diocesana como Vice Ecónomo.

Vayan pues nuestros mejores deseos para estos cambios y el reconocimiento sincero, de corazón para quienes los desempeñaron con la mejor de las intenciones y todas sus cualidades al servicio de nuestra Iglesia diocesana.